sábado, 20 de junio de 2015

Declaración: Ante el resultado electoral, LOS TRABAJADORES DEBEMOS PREPARARNOS

ANTE EL RESULTADO ELECTORAL

LOS TRABAJADORES DEBEMOS PREPARARNOS PARA LUCHAR 

CONFIANDO EN NUESTRAS PROPIAS FUERZAS



Las elecciones del 7 de junio pasado no trajeron buenas noticias para l@s trabajador@s, a pesar de que en los comicios se expresó la crisis política del gobierno, su descrédito, el repudio contra el conjunto de los partidos, inclusive contra el proceso electoral mismo y, por supuesto, contra su "arbitro" el Instituto Nacional Electoral. Los comicios evidenciaron el mayor problema que enfrentan l@s trabajador@s: la falta de una organización política que realmente los represente, que se proponga transformar de fondo la terrible situación que padecemos, no única ni primordialmente a través de las elecciones, sino por medio de la organización y la movilización.

Inclusive las candidaturas independientes que se presentaron, hasta la del joven Pedro Kumamoto, que meritoriamente postuló un programa "ciudadano" muy avanzado, omitieron posicionarse claramente en favor de las reivindicaciones de l@s trabajador@s, que somos quienes generamos la riqueza en el país. Ni que decir, de los empresarios Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco", que ganó la gubernatura de Nuevo León, o Manuel Clouthier, que ganó la única diputación federal para un "independiente", apoyados por sectores patronales y renegados de los partidos tradicionales.

Los partidos que firmaron el Pacto por México, el PRI, el PAN y el PRD, pagaron el costo político de hacer aprobar un paquete de reformas completamente antipopulares, lesivas contra el pueblo trabajador y vieron reducida su votación. Contra los pequeños partidos que más bien son negocios familiares o personales también se expresó el descontento; es el caso del Partido del Trabajo que después de más de 20 años de ser parte de este régimen de partidos, perderá su registro; también el Partido Humanista, que estrenó su registro en esta elección, sin lograr el 3 por ciento de los votos.

El Partido Nueva Alianza, que nació como negocio de la corrupta lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, apenas logró conservar el registro, obteniendo 3.7 por ciento de la votación. El Partido Encuentro Social, controlado por los familiares del secretario de Gobernación también pasó de panzazo, con un 3.3 por ciento. La votación del Partido Verde apenas creció en 8 décimas y la del Movimiento Ciudadano en 2 puntos porcentuales.

El resultado que se presenta como el más exitoso es el de MORENA; el partido de López Obrador, que en su primera elección con registro propio obtuvo poco más del 8 por ciento de la votación. Sin embargo, no debemos olvidar que esta corriente política liderada por el tabasqueño en su absoluta mayoría era parte del PRD y en esta elección capitalizó la caída estrepitosa del "sol azteca", principalmente en el Distrito Federal. La "izquierda electoral" perredista y experredista, alcanzó sumada un poco más del 18 por ciento de los votos, apenas arriba de su resultado en 2012.

Siguió expresándose el repudio a los partidos y el sistema electoral por medio de la abstención que sumó más de 53 por ciento; además del 4.9 por ciento que alcanzaron los votos nulos. También debemos considerar los votos emitidos para candidatos independientes, que igualmente es una forma de expresión contra los partidos tradicionales y su sistema de control, ellos fueron más de 200 mil.

El gobierno y, en conjunto, el régimen político llegaron a esta elección en medio de una de las peores crisis de credibilidad, repudiados por cientos de miles en movilizaciones que se desarrollaron en México y todo el mundo motivados por la desaparición forzosa de 43 estudiantes normalistas y el asesinato de 3 de ellos en Iguala, Guerrero.

La alternancia de los partidos en el poder no ha traído mejoras para las mayorías, la pobreza ha seguido creciendo, se siguen imponiendo leyes nocivas contra los trabajadores, que acentúan la concentración de la riqueza en unas cuantas manos, que profundizan la antidemocracia, pues sigue estando la mayoría de la población ajena a la toma de las decisiones más importantes. La violencia y la inseguridad crecen de la mano de la corrupción practicada por políticos de todos los partidos registrados.

Especialmente, se han intensificado la represión, la persecución, desaparición forzosa y el asesinato de luchadores sociales y defensores de derechos humanos. El trágico episodio contra los estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa mostró al estado en forma descarnada, como asesino y solapador de criminales, porque no sólo fue el munícipe perredista ejecutor de la masacre, también el ejército y la policía federal omisa y las autoridades del más alto nivel, supuestamente encargadas de hacer justicia, que tomaron el papel de apagafuegos y sumándose al coro de impunidad, llamaron en voz del presidente Peña Nieto a superar Ayotzinapa, coro al que también se sumaron los panistas y partidos de cualquier color, olvidando este crimen de lesa humanidad y pretendiendo que hiciese lo mismo el pueblo, desarrollando sus campañas como si nada hubiera pasado.

Por eso, porque es muy grande la ira y la indignación, del mismo tamaño que la impotencia y el encono contra este sistema político criminal, los padres de familia de los 43 normalistas, sus compañeros estudiantes y miles de personas en las comunidades de Guerrero asediadas por la delincuencia y la impunidad, se propusieron impedir que las elecciones se llevaran a cabo, ahí donde la población lo decidiera.

La respuesta del gobierno y los partidos fue la militarización y la represión, que cobró la vida de un profesor en la comunidad de Tlapa, en Guerrero, así como la detención de cientos de maestros y activistas que se manifestaron en repudio a las elecciones el mismo día de su realización. A punta de fusil impusieron su "democracia", allí donde sectores importantes de la población no se conformaron con ausentarse de las urnas o anular el voto.

A los maestros de la CNTE, que se movilizaban también en contra de la falsa reforma educativa, el gobierno les tendió una trampa, anunciando la suspensión indefinida de la fraudulenta evaluación con la que se pretende justificar la eliminación de su estabilidad en el empleo, para ponerla en marcha apenas habían pasado las votaciones. Los aisló y los condenó para justificar la represión contra ellos.

Así, con la sangre de los reprimidos, la represión policiaca y militar, los comicios del 7 de junio quedaron manchados, lo mismo que por las acostumbradas denuncias de fraude, compra de votos, gastos ilegales y todo tipo de maniobras violatorias del derecho al voto libre de la población.

Por supuesto, el resultado de estos comicios no favorece a l@s trabajador@s, un saldo que estaba anunciado desde el arranque mismo de las campañas, porque entre los partidos y los candidatos que contendieron no existía ninguno que representara los intereses de la clase trabajadora. Seguirán teniendo el control del congreso, así como de los gobiernos y legislaturas locales, representantes de los intereses oligárquicos que han sumido a nuestro país en esta situación de pobreza, inseguridad, violencia, descomposición social y pisoteo de los derechos. Ni siquiera será necesario que el PRI haga uso de sus pequeños aliados incondicionales, pues es previsible que, como paso con el "Pacto por México", los grandes partidos, el PAN y el PRD lo acompañen en votaciones fundamentales, como las que determinan la política económica criminal que se impone año tras año contra el pueblo.

El resultado electoral confirma lo que nuestra organización planteó desde el inicio del proceso electoral. Que l@s trabajador@s únicamente debemos confiar en nuestras propias fuerzas, que no es a través de los llamados hechos por AMLO y su partido a confiar ciegamente en la vía electoral, como se resolverán las grandes necesidades de las mayorías. Que los nuevos ataques que se anuncian contra nuestras conquistas y nuestros derechos, sólo podrán ser enfrentados exitosamente por medio de la organización democrática, desde abajo, por medio de la movilización y la lucha permanente.

El ejemplo lo pusieron los obreros agrícolas de San Quintín, quienes por medio de la huelga y las movilizaciones, y no comprometiendo su apoyo clientelar con algún partido, lograron un compromiso de sus patrones para incrementar su salario a hasta 185 pesos diarios, así como brindarles seguridad social y otras prestaciones.

El ejemplo lo ha puesto el magisterio democrático a nivel nacional, que por medio del paro y las marchas, plantones y otras acciones han enfrentado sin cuartel la falsa reforma educativa que pretende eliminar sus derechos laborales. El ejemplo lo dan las comunidades rurales y urbanas, que por medio de la movilización y la organización arrancan de los gobiernos servicios fundamentales y enfrentan abusos como las altas tarifas de la energía eléctrica o que empantanan iniciativas tan lesivas como la que pretende privatizar el agua.

El ejemplo lo ponen los obreros del neumático, que haciendo valer su derecho a la huelga han defendido su Contrato Ley y las enormes conquistas que contiene, sin regatearlas, sin ceder al chantaje del incremento a la productividad como única vía para conservar empleos cada vez peor remunerados. El ejemplo lo ponen los obreros de Honda, que luchan por el derecho a la libertad sindical, a pesar del despido, o los trabajadores de la Caja de Ahorro de los Telefonistas que inclusive se enfrentan a los líderes sindicales, que se presentan como democráticos, pero que en "su propia casa", hacen uso de los métodos más antidemocráticos y deleznables de los líderes corruptos.

El ejemplo lo ponen los electricistas, que correctamente decidieron mantener su independencia respecto a los partidos y seguir su lucha para conseguir el objetivo de recuperar su trabajo, arrebatado por los gobiernos patronales.

L@s trabajador@s no debemos esperar más y de inmediato tenemos que empeñar todo nuestro esfuerzo para construir una verdadera alternativa política, para disputar en todos los terrenos a los representantes patronales, con el objetivo de construir desde abajo y sólidamente el poder de la clase trabajadora, de las mujeres, de los jóvenes, de los indígenas para conducir con un rumbo radicalmente distinto al país.


COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DEL PARTIDO OBRERO SOCIALISTA-MOVIMIENTO AL SOCIALISMO

15 DE JUNIO DE 2015



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