sábado, 11 de febrero de 2017

No marchamos este 12 de febrero. Llamamos a reforzar la lucha contra el entreguista gobierno de Peña, para enfrentar la amenaza imperialista




No marchamos este 12 de febrero
Llamamos a reforzar la lucha contra el entreguista gobierno de Peña, para enfrentar la amenaza imperialista





L@s militantes del Movimiento al Socialismo no acudiremos a ninguna de las convocatorias hechas a marchar supuestamente para enfrentar la amenaza que representa Donald Trump. No pensamos que acudiendo al llamado de unidad nacional que hace eco al que desde Los Pinos hizo la presidencia de Peña se refuerce la lucha contra Trump y lo que representa.

Desde el MAS repudiamos a quienes ponen en riesgo la soberanía del país y, ante todo, a quienes amenazan los intereses de la clase trabajadora. Ciertamente, el nuevo presidente de Estados Unidos representa una amenaza para l@s trabajador@s mexican@s, principalmente para quienes han decidido migrar a ese país, buscando una vida mejor ya sea en lo económico o desde el punto de vista de la seguridad. Por su política antiinmigrante, por su conducta xenófoba, lo mismo que por su misoginia, repudiamos a Donald Trump y desde el mismo día que asumió la presidencia nos hemos sumado a las movilizaciones que se convocaron por todo el mundo en su contra.

Pero, advertimos que también es una amenaza para nuestra soberanía y para la clase trabajadora mexicana dentro y fuera de nuestras fronteras la continuidad del gobierno de Peña Nieto.

No olvidamos que siendo candidato presidencial por el Partido Republicano, Enrique Peña fue quien lo invitó a nuestro país, para dialogar sobre la eventual agenda bilateral. Ya existían sus repugnantes declaraciones y amenazas. A pesar de ello, el priísta se doblegó ante él, como augurando su triunfo y adelantándose a ofrecerle su respaldo.

Ya despachando en la Casa Blanca, Trump viene cumpliendo sus amenazas y el gobierno mexicano mantiene su actitud servil, agachona.

Aprovechando el rechazo que provoca el magnate-presidente gringo, Peña ha convocado a la unidad en torno suyo. De inmediato, dirigentes de todos los partidos acusaron recibo de la directriz proveniente de Los Pinos y declararon con diversos matices su respaldo al presidente más repudiado de la historia reciente de México. 

Pero, en el movimiento social no hubo eco a su llamado y la popularidad presidencial siguió cayendo, hasta alcanzar recientemente un nivel de apenas 12 por ciento de aprobación.

Por eso, desde las oficinas de Televisa, el imperio televisivo que fabricó al candidato y luego presidente Peña, se fraguó una táctica diferente y en una "mesa de análisis" entre los intelectuales del sistema, se esbozó la idea de marchar este 12 de febrero, para "enfrentar la amenaza que representa Trump", para "mostrar la unidad de los mexicanos y el orgullo de serlo".

Así, con ese primer perfil académico se ha pretendido imprimir un sello ciudadano a la convocatoria, apartidista, dicen. Ya se sumó el rector de la UNAM, Enrique Graue, lo mismo que el director del Tecnológico de Monterrey, la principal institución educativa pública y la principal privada del país, respectivamente.

También consiguieron sumar a todo un abanico de "organizaciones no gubernamentales", desde Artículo 19, que se ha caracterizado por su defensa de los derechos de los periodistas, hasta Mexicanos Primero, que "brilla" en los medios de comunicación por su furibunda lucha contra el magisterio, particularmente contra el democrático agrupado en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

Y, poco a poco, se fueron añadiendo convocantes, cada vez más indeseables, como Isabel Miranda de Wallace, ex candidata del PAN al gobierno de la Ciudad de México madre de un supuesto joven secuestrado. También añadió su nombre a la convocatoria el mismísimo presidente del PRI, Enrique Ochoa, quien dijo que marcharía como ciudadano. La poderosa Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión, "exhortó" a todas sus retransmisoras a difundir en cadena nacional el momento en que se cante el himno mexicano, al final de la marcha, en el Ángel de la Independencia.

Algunos intelectuales han intentado diferenciarse, diciendo que la marcha también es para exigir un buen gobierno; pero el centro de la convocatoria es, como lo dijo Denise Dresser, académica de la Universidad Iberoamericana, enfrentar el enemigo común que es Trump.

Por eso, se diluye la crítica al gobierno, proveniente de algunos sectores convocantes a la marcha del 12 de febrero, y se pone por encima de todo el respaldo al presidente, en su falso enfrentamiento contra Trump.

Puede ser que haya ciudadan@s que piensen que vale la pena marchar para repudiar a Trump y que no respalden a Peña, a ell@s nos dirigimos para asegurar, que no habría mejor muestra de orgullo y entereza que mostrar al xenófobo Trump, que echar abajo un gobierno entreguista y subordinado, como el de Peña Nieto.

Hay que enfrentar las amenazas imperialistas, sí, pero estas no sólo vienen de Trump ni son nuevas; también vienen de las transnacionales de todos los continentes, que no se detienen para pisotear los derechos de los trabajadores mexicanos, aún en nuestro propio país, de los gobiernos que respaldan esas empresas, de los organismos financieros internacionales, que han pretendido imponer sus dictados neoliberales. 

Por eso, resulta aún más reprobable que se haga un llamado a marchar bajo banderas como la continuidad del Tratado de Libre Comercio, que tan pernicioso ha resultado para la soberanía nacional, particularmente contra la soberanía alimentaria y que ha reforzado la política de contención salarial y precarización de las condiciones laborales de millones de trabajador@s. 

Igualmente resulta reprobable asistir a la convocatoria hecha por políticos, intelectuales y empresarios que durante décadas respaldaron un comercio internacional completamente injusto y desventajoso, que saludaron inversiones extranjeras por medio de las cuales se ha saqueado descaradamente la riqueza generada por l@s trabajador@s mexican@s y se han destruido los ecosistemas y arrasado con los recursos naturales, que avalaron una política exterior de respaldo activo o pasivo a la conducta militarista de los sucesivos gobiernos estadounidenses, ya sea demócratas o republicanos.

No acudimos a ninguna convocatoria que, así sea tímidamente, se preste para darle respiración artificial al putrefacto gobierno de Peña Nieto.

No acudimos a convocatoria alguna que pretenda generar ilusiones de que a este gobierno se le puede "presionar" para tomar una actitud digna ante cualquier amenaza imperialista, pues al contrario, las ha fomentado.

En cambio, llamamos a la gente que está convencida de que se debe enfrentar a Trump, a seguir luchando en contra del gobierno de Peña Nieto, así como contra los partidos y las instituciones de este régimen entreguista, a defender los derechos de l@s trabajador@s mexican@s dentro y fuera del país, por medio de la movilización, no sólo haciendo marchas, sino acumulando fuerza y generando la unidad desde abajo, para lograr parar al país, en una gran huelga nacional, que derrote al gobierno y haga llegar un mensaje al mundo entero de dignidad y resistencia





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martes, 7 de febrero de 2017

El Socialista 400: México en la encrucijada, entre Donald Trump y el gasolinazo

México en la encrucijada


Entre la llegada de Donald Trump y el gasolizano


El gobierno de Peña Nieto está nuevamente desesperado, la situación amenaza con írsele de las manos, con una galopante crisis económica que se expresa en la devaluación del peso, que ha llegado a los 22 pesos por dólar, con un déficit sin precedentes derivado de su pésima administración, que lo ha obligado a aplicar un drástico plan de emergencia, aumentando el precio de las gasolinas hasta en un 20 por ciento, desatando una espiral inflacionaria que presagia una tormenta. Es el fracaso rotundo de sus "Reformas estructurales".

Prometió lo que evidentemente no podía cumplir: empleos, bajar el precio de las gasolinas, del gas y la electricidad, mejores salarios y ante la cruel realidad, derivado de su evidente fracaso, ha tenido que "apretarle el cinturón" a toda la población, llegando al colmo de aumentar el precio de las gasolinas, en un país productor de petróleo.

Las protestas no se hicieron esperar, transportistas, campesinos y comunidades salieron a expresar su rechazo al aumento, con la evidente ausencia de las organizaciones sindicales, bloqueando carreteras, casetas, gasolineras y oficinas públicas a nivel nacional, que poco a poco se convierten en movilizaciones masivas, como las ocurridas en Monterrey, Guadalajara, Durango, San Luis Potosí y la Ciudad de México.

Por su parte el gobierno respondió con absurdas declaraciones por parte de Peña Nieto, quien dijo que "compartía el descontento con la medida", pero que era necesaria. Mientras organizaba los conocidos grupos de provocadores, de infiltrados, para sembrar el pánico entre la población y así evitar las expresiones de descontento. "Curiosamente" los numerosos detenidos fueron quienes se dejaron llevar por la ola de provocadores pagados y que por supuesto no fueron detenidos. Y ahora anuncia un nuevo Acuerdo Nacional, que contendría medidas para enfrentar la crisis, que fue vergonzosamente rechazado nada menos que por la Confederación Patronal de la República Mexicana, quien rechazó el acuerdo por ser una total improvisación, dejando en una muy mala ubicación a Peña Nieto, pues además criticó que no se trataba de un acuerdo con todos los sectores, aunque como era de esperarse ratificó su disposición de firmar un Acuerdo.

Sin embargo el descontento generalizado no lo pudieron ocultar, pues desde Chiapas a Sonora se registraron bloqueos y protestas, iniciando un nuevo periodo de la lucha de clases en nuestro país, con la irrupción de numerosos sectores que finalmente rechazan las políticas neoliberales de los gobiernos, aunque sea de forma atomizada.

Porque eso es lo que se requiere: la unidad, la centralización de las acciones, el dejar de lado el protagonismo, el "nosotros" lo hicimos, porque lo más importante es echar abajo el gasolinazo, como un primer paso para derrotar al corrupto gobierno de Peña Nieto y su cómplices, que ahora aparecen entre los convocantes a las protestas, como el PRD o Morena, que en su momento apoyaron abiertamente o por omisión las distintas contra Reformas peñistas.

Es escandaloso que Andrés Manuel López Obrador ante tal descontento llame a rechazar "la violencia", algo en lo que ha insistido permanentemente, demostrando que como buen dirigente de una organización defensora del régimen, busca a toda costa evitar la movilización independiente, pues incluso ha defendido abiertamente la permanencia de Peña Nieto en la presidencia, pensando en sus intereses personales, en su nueva postulación a la presidencia en el 2018, por tercera ocasión.

Por ello hacemos un llamado, a la Nueva Central de Trabajadores, a la Unión Nacional de los Trabajadores, a sumarse a la movilización, a verdaderamente impulsarla, pues hoy más que nunca se requiere de la participación de las organizaciones que agrupan a cientos de miles de trabajadores, como lo ha hecho el Sindicato Minero en distintas ciudades para fortalecer la protesta, para organizarla y con su experiencia, unificarla contra el gobierno.

Hoy es el momento donde se requiere de todos los esfuerzos, para derrotar al odiado gobierno represor y corrupto de Peña Nieto, lo que abriría una verdadera oportunidad para obtener su renuncia e imponer elecciones extraordinarias. Los militantes del MAS pondremos todos nuestros esfuerzos por lograr esa necesaria unidad nacional, un Gran Frente Nacional para echar abajo el gasolinazo y al gobierno de Peña Nieto. 


Número 400 de El Socialista: 

  • El gasolinazo enciende la ira nacional
  • El Congreso Nacional Indígena confirmo su decisión de postular una candidata indígena para el 2018
  • Paralizar el país para echar abajo el gasolinazo y el gobierno de Peña Nieto
  • Solidaridad nacional e internacional para los docentes despedidos en la Ciudad de México
  • Se acerca la huelga en la industria hulera
  • Al Segundo Congreso Nacional de la Nueva Central de Trabajadores: construyamos una verdadera alternativa, una nueva Central Sindical de lucha independiente
  • Que el Sindicato Minero Metalúrgico y las organizaciones de la Nueva Central de Trabajadores emprendan un esfuerzo de unidad 
  • A treinta años de su muerte: Recordamos a Nahuel Moreno
  • Únete a nuestra campaña financiera 2016-2017
  • En Siria cae la heróica Alepo en manos del genocida Al Assad
  • Venezuela: ¡No a la demagogia salarial del gobierno!
  • La Socialista: Legalización del aborto: Por nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos





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posmas1980@gmail.com



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Las mentiras del Gasolinazo





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Movimiento al Socialismo


El Grito del Pueblo


miércoles, 1 de febrero de 2017

Ni Peña, ni Trump: ¡INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA, SIN LA CONDUCCIÓN DE LOS CAPITALISTAS!

Repudiemos la pretensión de Trump de construir un muro en nuestra frontera

¡INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA, SIN LA CONDUCCIÓN DE LOS CAPITALISTAS!




Enrique Peña Nieto, por medio de la imposición de las llamadas reformas estructurales, pero especialmente a través de la "reforma" energética, ha entregado nuestra soberanía nacional y nuestros principales recursos, ha complacido los intereses de los grandes capitalistas del mundo, en especial de Estados Unidos. El endeudamiento estratosférico promovido por Peña, subordina al país a los banqueros y entidades financieras en el mundo.

De hecho, los gobiernos federales que le antecedieron, tanto priístas como panistas, durante décadas han atado el destino de nuestro país a la voluntad de los gobiernos de Estados Unidos y los grandes capitales norteamericanos. Los diversos partidos han avalado esta política entreguista y hasta el PRD dice que "se equivocó" cuando se opuso al libre comercio.

Ahora, el falso llamado a la unidad nacional hecho desde el gobierno de Peña, al cual le hacen eco intelectuales y políticos de todos los colores, es una maniobra para darle alivio a su maltrecha y desprestigiada administración. Después de su actitud agachona y entreguista al invitar a Trump a nuestro país, al suplicar la preservación del TLC por medio del resucitado Luis Videgaray, ahora Peña pretende hacerse el valiente desistiendo de su intento de reunirse con el presidente gringo el 31 de enero. ¡Hubiera sido el colmo insistir, cuando el propio Trump ya lo había desinvitado!

Para enfrentar a Trump, su racismo, su prepotencia, las medidas económicas y las deportaciones masivas que amenaza con implementar o ya viene aplicando, se requiere de la movilización de la clase trabajadora, de los pueblos y comunidades; requerimos de acciones que generen una verdadera fuerza política, se requiere de que construyamos un gran Paro Nacional, así como de un gobierno radicalmente diferente al de Peña. Por eso debemos exigir su renuncia y dar paso a elecciones extraordinarias inmediatas, para elegir a un gobierno capaz de enfrentar la amenaza que representa Trump.

La fuerza de la movilización en Estados Unidos ha mostrado ya su potencialidad al obligar a una jueza a bloquear parcialmente el veto que Trump decretó contra la entrada de ciudadanos de más de siete países de mayoría musulmana; en realidad fue la protesta en diversos aeropuertos como el JFK lo que hizo posible la puesta en marcha de esta medida. Es un ejemplo que debemos seguir l@s trabajador@s mexicanos.

En este sentido ninguno de los partidos políticos registrados son una alternativa, pues varios de ellos respaldaron con su voto la imposición de las contrarreformas, o bien, no actuaron consecuentemente para realmente intentar detenerlas. Hoy varios de esos partidos también hablan de unidad, los senadores y diputados hablan de "defender a México", pero lo cierto es que todos los partidos han estado ligados a la eliminación de nuestros derechos, de nuestra Soberanía, a la corrupción y violencia que azotan al pueblo mexicano.

Se requiere de un gobierno que vele por los intereses de la mayoría, que deje de endeudar al país y que deje de pagar la deuda, con cuyos multimillonarios intereses se ha pagado con creces lo prestado, para invertir esos recursos en la reconstrucción de una industria nacional en manos del estado, no en manos de capitalistas nacionales que son igual de explotadores que los gringos; se requiere reconstruir la planta industrial nacional, pero controlada democráticamente por l@s trabajador@s, para erradicar la corrupción. Se requiere de un gobierno de los trabajadores.

Nuestro país no debe suplicar la continuidad de un Tratado de Libre Comercio que ha producido la destrucción del campo y de una buena parte de la planta productiva nacional. Que se cancele el TLC y se comercie internacionalmente con otros países que estén dispuestos a llevar a cabo un intercambio justo.

Y que el comercio internacional también esté en manos del estado, para planificar la compra y venta de mercancías con el extranjero, en función del fortalecimiento del mercado interno, para lograr respaldar nuestros productos de exportación, de manera que se logre el intercambio más benéfico.

La prioridad debe estar en el mercado interno, la reconstrucción de la planta productiva nacional debe ponerse al servicio del abastecimiento de las familias mexicanas, del empleo, lo mismo de alimentos que de otros productos manufacturados, se debe priorizar la soberanía alimentaria y la producción de combustibles baratos. Debemos exigir asimismo un aumento salarial de emergencia, para poder realmente enfrentar la escalada de precios derivada del fracaso económico de Peña Nieto y sus "Reformas". El pueblo trabajador no debe pagar los errores y la entrega, la deben pagar los capitalistas, los multimillonarios que hoy nos llaman a la "unidad nacional".


VIDEO: 

Las Mentiras del #Gasolinazo

El anuncio de la construcción del muro de Trump debe ser repudiado y, por supuesto, de ninguna manera puede aceptarse pagarlo por ningún medio. Corresponde a la clase trabajadora tanto en nuestro país, como la que ha decidido migrar a Estados Unidos, defender sus derechos y exigir la legalización de todos los migrantes.

La verdadera unidad que requerimos es la de la clase trabajadora de ambos países, junto con otros sectores que se están movilizando contra las políticas misóginas de Trump, como se hizo el pasado 21 de enero con la Marcha de Mujeres en Estados Unidos, que logró movilizar a más de 2 millones de personas en decenas de ciudades de ese país y del mundo, convirtiéndose en una movilización catalizadora de todos los sectores que son amenazados en sus derechos con el gobierno de Trump.

Impulsemos una campaña internacional contra el gobierno de Trump y las políticas saqueadoras del imperialismo yanqui. Impulsemos un Paro Nacional y un Día Nacional de Protesta, que pasa por la gran movilización del 31 de enero, por la realización de Asambleas populares y sindicales, el 5 de febrero como diversas organizaciones proponen entre las que cabe destacar a la Nueva Central de Trabajadores, para organizar el Paro, que podría ser el próximo 16 de febrero, para que golpeemos como un solo puño, extendiendo y coordinando al unísono las movilizaciones, contra el desgastado gobierno de Peña Nieto, exigiendo: ¡Abajo el gasolinazo! ¡Que renuncie Peña Nieto!

¡No olvidamos los gasolinazos! ¡Queremos echarlos abajo, junto con la reforma energética privatizadora!

¡No olvidamos Ayotzinapa, Tlatlaya, Nochixtlan, ni las otras masacres que son responsabilidad del gobierno! ¡Queremos la renuncia de Peña, el juicio y castigo contra él y los funcionarios de su gobierno responsables de estas atrocidades!

¡Repudiamos las negociaciones secretas que puedan hacer los gobiernos de Peña y Trump para definir el financiamiento del muro!

¡Estamos por la unidad de la clase trabajadora pero contra el gobierno, los burgueses y el imperialista de Trump!



Comité Ejecutivo del MAS (Movimiento al Socialismo)



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