martes, 31 de enero de 2017

Ni Peña, Ni Trump:INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA, SIN LA CONDUCCIÓN DE LOS CAPITALISTAS!

Repudiemos la pretensión de Trump de construir un muro en nuestra frontera

¡INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA, SIN LA CONDUCCIÓN DE LOS CAPITALISTAS!




Enrique Peña Nieto, por medio de la imposición de las llamadas reformas estructurales, pero especialmente a través de la "reforma" energética, ha entregado nuestra soberanía nacional y nuestros principales recursos, ha complacido los intereses de los grandes capitalistas del mundo, en especial de Estados Unidos. El endeudamiento estratosférico promovido por Peña, subordina al país a los banqueros y entidades financieras en el mundo.

De hecho, los gobiernos federales que le antecedieron, tanto priístas como panistas, durante décadas han atado el destino de nuestro país a la voluntad de los gobiernos de Estados Unidos y los grandes capitales norteamericanos. Los diversos partidos han avalado esta política entreguista y hasta el PRD dice que "se equivocó" cuando se opuso al libre comercio.

Ahora, el falso llamado a la unidad nacional hecho desde el gobierno de Peña, al cual le hacen eco intelectuales y políticos de todos los colores, es una maniobra para darle alivio a su maltrecha y desprestigiada administración. Después de su actitud agachona y entreguista al invitar a Trump a nuestro país, al suplicar la preservación del TLC por medio del resucitado Luis Videgaray, ahora Peña pretende hacerse el valiente desistiendo de su intento de reunirse con el presidente gringo el 31 de enero. ¡Hubiera sido el colmo insistir, cuando el propio Trump ya lo había desinvitado!

Para enfrentar a Trump, su racismo, su prepotencia, las medidas económicas y las deportaciones masivas que amenaza con implementar o ya viene aplicando, se requiere de la movilización de la clase trabajadora, de los pueblos y comunidades; requerimos de acciones que generen una verdadera fuerza política, se requiere de que construyamos un gran Paro Nacional, así como de un gobierno radicalmente diferente al de Peña. Por eso debemos exigir su renuncia y dar paso a elecciones extraordinarias inmediatas, para elegir a un gobierno capaz de enfrentar la amenaza que representa Trump.

La fuerza de la movilización en Estados Unidos ha mostrado ya su potencialidad al obligar a una jueza a bloquear parcialmente el veto que Trump decretó contra la entrada de ciudadanos de más de siete países de mayoría musulmana; en realidad fue la protesta en diversos aeropuertos como el JFK lo que hizo posible la puesta en marcha de esta medida. Es un ejemplo que debemos seguir l@s trabajador@s mexicanos.

En este sentido ninguno de los partidos políticos registrados son una alternativa, pues varios de ellos respaldaron con su voto la imposición de las contrarreformas, o bien, no actuaron consecuentemente para realmente intentar detenerlas. Hoy varios de esos partidos también hablan de unidad, los senadores y diputados hablan de "defender a México", pero lo cierto es que todos los partidos han estado ligados a la eliminación de nuestros derechos, de nuestra Soberanía, a la corrupción y violencia que azotan al pueblo mexicano.

Se requiere de un gobierno que vele por los intereses de la mayoría, que deje de endeudar al país y que deje de pagar la deuda, con cuyos multimillonarios intereses se ha pagado con creces lo prestado, para invertir esos recursos en la reconstrucción de una industria nacional en manos del estado, no en manos de capitalistas nacionales que son igual de explotadores que los gringos; se requiere reconstruir la planta industrial nacional, pero controlada democráticamente por l@s trabajador@s, para erradicar la corrupción. Se requiere de un gobierno de los trabajadores.

Nuestro país no debe suplicar la continuidad de un Tratado de Libre Comercio que ha producido la destrucción del campo y de una buena parte de la planta productiva nacional. Que se cancele el TLC y se comercie internacionalmente con otros países que estén dispuestos a llevar a cabo un intercambio justo.

Y que el comercio internacional también esté en manos del estado, para planificar la compra y venta de mercancías con el extranjero, en función del fortalecimiento del mercado interno, para lograr respaldar nuestros productos de exportación, de manera que se logre el intercambio más benéfico.

La prioridad debe estar en el mercado interno, la reconstrucción de la planta productiva nacional debe ponerse al servicio del abastecimiento de las familias mexicanas, del empleo, lo mismo de alimentos que de otros productos manufacturados, se debe priorizar la soberanía alimentaria y la producción de combustibles baratos. Debemos exigir asimismo un aumento salarial de emergencia, para poder realmente enfrentar la escalada de precios derivada del fracaso económico de Peña Nieto y sus "Reformas". El pueblo trabajador no debe pagar los errores y la entrega, la deben pagar los capitalistas, los multimillonarios que hoy nos llaman a la "unidad nacional".


VIDEO: Las Mentiras del #Gasolinazo

El anuncio de la construcción del muro de Trump debe ser repudiado y, por supuesto, de ninguna manera puede aceptarse pagarlo por ningún medio. Corresponde a la clase trabajadora tanto en nuestro país, como la que ha decidido migrar a Estados Unidos, defender sus derechos y exigir la legalización de todos los migrantes.

La verdadera unidad que requerimos es la de la clase trabajadora de ambos países, junto con otros sectores que se están movilizando contra las políticas misóginas de Trump, como se hizo el pasado 21 de enero con la Marcha de Mujeres en Estados Unidos, que logró movilizar a más de 2 millones de personas en decenas de ciudades de ese país y del mundo, convirtiéndose en una movilización catalizadora de todos los sectores que son amenazados en sus derechos con el gobierno de Trump.

Impulsemos una campaña internacional contra el gobierno de Trump y las políticas saqueadoras del imperialismo yanqui. Impulsemos un Paro Nacional y un Día Nacional de Protesta, que pasa por la gran movilización del 31 de enero, por la realización de Asambleas populares y sindicales, el 5 de febrero como diversas organizaciones proponen entre las que cabe destacar a la Nueva Central de Trabajadores, para organizar el Paro, que podría ser el próximo 16 de febrero, para que golpeemos como un solo puño, extendiendo y coordinando al unísono las movilizaciones, contra el desgastado gobierno de Peña Nieto, exigiendo: ¡Abajo el gasolinazo! ¡Que renuncie Peña Nieto!

¡No olvidamos los gasolinazos! ¡Queremos echarlos abajo, junto con la reforma energética privatizadora!

¡No olvidamos Ayotzinapa, Tlatlaya, Nochixtlan, ni las otras masacres que son responsabilidad del gobierno! ¡Queremos la renuncia de Peña, el juicio y castigo contra él y los funcionarios de su gobierno responsables de estas atrocidades!

¡Repudiamos las negociaciones secretas que puedan hacer los gobiernos de Peña y Trump para definir el financiamiento del muro!

¡Estamos por la unidad de la clase trabajadora pero contra el gobierno, los burgueses y el imperialista de Trump!



Comité Ejecutivo del MAS (Movimiento al Socialismo)



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jueves, 12 de enero de 2017

Rechacemos con la movilización organizada el mega gasolinazo
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Desde el primero de enero de este año se anunció uno de los más severos golpes contra la economía popular.
No está por demás insistir en que es ridículo lo dicho por los funcionarios del gobierno y sus comentaristas en los diversos medios de comunicación, en el sentido de que el incremento a la gasolina afectará principalmente a quienes poseen un vehículo que consuma gasolina o diésel.
Es un verdadero impuesto regresivo, que repercutirá en los gastos de sectores de trabajadores y otros de ingresos medios que tienen automóvil, pero también encarecerá los gastos de transporte de las mercancías, muchas veces realizado por pequeños transportistas, que cuentan con la concesión para llevar a cabo esta actividad con su camión.
Ese incremento se verá reflejado en el precio de las mercancías, pues por supuesto, de ninguna manera este gobierno se propone imponer topes a los precios, aun cuando sean de consumo indispensable; pasará lo mismo que sucedió con la devaluación, pues el incremento del precio de las muy numerosas mercancías importadas que se consumen en el país, ha tenido que ser cubierto por los consumidores, la gran mayoría trabajador@s.
También en las tarifas del transporte público, se verá reflejado el efecto nefasto del incremento de los combustibles, ya se han anunciado incrementos en el interior del país y es de esperarse que eso suceda en todo el territorio nacional.
El mega incremento evidencia el fracaso absoluto del gobierno de Peña Nieto y los priístas, lo mismo que la actividad legislativa de los partidos que han venido aprobando año con año los paquetes económicos que les presentó el Ejecutivo.
Detrás de este golpe a la economía popular está la intención de cargar sobre las espaldas de la clase trabajadora la pavorosa crisis que han provocado con el enorme endeudamiento público, lo mismo que con el fracaso de las reformas estructurales, empezando por la que abrió la puerta a la privatización total de la energía eléctrica y la participación de los capitalistas privados en las actividades de exploración y explotación petrolera, así como del gas.
Además de inversiones multimillonarias y empleos, prometieron la reducción de las tarifas de la energía eléctrica, la gasolina, el diésel y el gas. Mintieron descaradamente y ahora se demuestra en forma fehaciente. Con sus reformas sólo pretendieron beneficiar a los grandes capitalistas y es lo que están haciendo, mientras el pueblo debe padecer sus terribles consecuencias.
La corrupción y la ineficiente conducción del país a manos del gobierno y los partidos patronales ha abierto un enorme boquete en las finanzas públicas y, por eso el gobierno pretende hacer pagarlo a la clase trabajadora por medio de este incremento. Mientras tanto, sus compromisos con los banqueros que se verán engordarse sus cuentas, mientras que la vida de millones de familias se precarizará aún más.
No sorprende la complicidad de las organizaciones sindicales charras, así como las campesinas y populares alineadas con el priísmo. Antes le abrieron la puerta a la aprobación de las reformas que condenan al pueblo, a sus propios afiliados a un futuro de miseria, desempleo, violencia e inseguridad. Es el momento de rebasarlas y hacer lo que jamás estarán dispuestas a hacer, por su carácter de apéndices del gobierno y el régimen capitalista, movilizándonos hasta paralizar el país.
Asimismo, se demuestra la certeza de lo que desde nuestra organización hemos expresado en el sentido de que resulta verdaderamente criminal, que MORENA y López Obrador, hayan llamado a impedir la declinación del gobierno de Peña Nieto, dándole la oportunidad de culminar con su sexenio, sin advertir que en lo que resta de su gobierno sería capaz de seguir imponiendo graves medidas antipopulares, como la que se ha anunciado.
Apenas se dio a conocer el aumento, aparecieron en redes sociales convocatorias a la acción, desde hacer cacerolazos, hasta bloquear la venta de los combustibles en los primeros días del año entrante. Aunque pocas organizaciones han asumido con su firma el apoyo a estas iniciativas, saludamos el ánimo de protesta que se extiende por todo el país y adelantamos nuestro repudio a cualquier intención represora que intente sofocar por medio de la fuerza policial, las justas manifestaciones de repudio al gobierno y sus medidas que lleguen a ocurrir.
Por supuesto, el gobierno esperó hasta que estuvieran ya entradas las vacaciones decembrinas para dar a conocer esta medida; pero, resulta urgente que las grandes organizaciones sindicales se pronuncien y asuman con urgencia la necesidad de impulsar las necesarias reuniones para acordar medidas de emergencia, acciones en las calles, en todo el país, para rechazar el incremento.
Es indispensable organizar el enorme descontento. Hacer crecer las acciones en todo el país para que la fuerza de la clase trabajadora se haga sentir. No debería pasar de los primeros días de enero para que una primera gran jornada nacional de lucha se lleve a cabo, en la que marchas a las principales plazas públicas del país culminen con mítines, en los que se impulse una movilización ascendente, que pueda avanzar a la realización de un paro nacional, que puede tomar forma de una gran falta colectiva, en todos los centros de trabajo y de estudio en el país.
L@s militantes del Movimiento al Socialismo adelantamos que estaremos dispuestos a empujar a fondo para que las acciones que proponemos se hagan realidad. Nuestras fuerzas, así sean humildes, estarán al servicio de echar abajo el mega gasolinazo e impedir que este gobierno criminal, entreguista y antipopular siga al frente del país.

¡Abajo el mega gasolinazo!
¡Basta de incrementos a los combustibles y la energía eléctrica!
¡Derogación de las reformas estructurales, en especial la que privatiza la energía eléctrica y la petrolera!
¡Que renuncie de inmediato Peña Nieto y se convoque a elecciones presidenciales anticipadas!
¡Que gobiernen l@s trabajador@s y lleven adelante un plan económico al servicio de los intereses de la clase trabajadora!
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El Comité Ejecutivo del Movimiento al Socialismo (antes POS-MAS)   Imagen integrada 3
31 de diciembre del 2016

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